jueves, 27 de febrero de 2020

DILEMAS MORALES

Resultado de imagen de dilemas morales


EL ALUMNO EXPULSADO



POR PAREJAS SE TRABAJAN LAS SIGUIENTES CUESTIONES:

1. ¿Hay un problema en esta situación? ¿Quién o quiénes lo tienen? ¿Cuál es exactamente el problema
de cada uno?
2. ¿Qué posibilidades alternativas tiene Jorge como profesor? Enumera todas las que se te ocurran,
cuantas más mejor.
3. ¿Qué consecuencias te parece que tendría cada una de esas alternativas?

DILEMAS MORALES

La clase se dividirá en 4 grupos, se leerán los 4 dilemas morales planteados.


  DILEMA 1: LORD JIM

Explica el gran novelista Conrad que en la India del siglo XVIII  había un capitán inglés de la marina mercante propietario de un velero desguazado  con el que se ganaba la vida transportando mercancías entre India y África. No era lord, sino un hombre rudo y buen bebedor, pero alto y de aspecto distinguido y por esta razón los indios le llamaban “Lord Jim”. El barco era bastante grande pero fácil de manejar, por este motivo solo necesitaba una tripulación de seis hombres más el capitán. Entre todos los siete llevaban el barco de un continente a otro cargado de madera, animales o especias.

Un día 600 indios musulmanes le piden que los lleve a la Meca, para su peregrinaje religioso, ya que son pobres y no tienen dinero para pagar un barco regular de pasajeros. Ofrecen a Lord Jim una cantidad pequeña por persona pero como son muchos, el contrato les podrá resultar muy provechoso.

Lord Jim los advierte que el barco es viejo, no muy seguro y que no dispone de ninguna comodidad para los pasajeros. Ellos responden que no les importa, que únicamente son tres días de travesía y que se pasaran el día en la cubierta y la noche acurrucados en la bodega. Respeto a la seguridad, dicen que no les preocupa porque van a la Meca y Allah los protegerá. Lord Jim consulta con la tripulación y aunque los seis hombres se decantan por llevar a los 600 pasajeros, Lord Jim todavía duda.

 

- ¿Hay un problema en esta situación? ¿Quién o qué personas tienen el problema? ¿Cuál es exactamente el problema de cada uno?

 

- ¿Qué posibles alternativas tiene Lord Jim? Enumera todas las que se te ocurran.



 

- ¿Qué consecuencias te parece que tendría cada una de estas alternativas?




Por fin, presionado por su tripulación, Lord Jim decide llevar a los 600 pasajeros a la Meca. Los dos primeros días de travesía son agradables. Los pasajeros pasan el día en la cubierta y se encargan de la limpieza diaria de la bodega.

 

Pero el tercer día, ya en el Mar Rojo y cerca de la Meca, empieza una impresionante tempestad. Los musulmanes se refugian en la bodega, mientras Lord Jim y su tripulación hacen todo lo que pueden para dominar el barco. La olas barren la cubierta, las velas están desechas y el peligro de hundimiento parece inmediato. Lord Jim está al timón, intentando sortear las olas, cuando se le acerca el contramaestre y le dice “Lord Jim, esto va a hundirse, vámonos”.

Lord Jim pregunta: “¿Qué quieres decir?". El contramaestre responde: “Vámonos contigo y nosotros seis en el único bote salvavidas que hay”. Lord Jim, a pesar de su vida agitada, ha conservado su conciencia profesional de capitán de barco, grita: “¿Qué dices? ¿Estás loco? ¿Cómo podemos abandonar el barco con 600 pasajeros a bordo?”. El contramaestre replica con tranquilidad: “Tu mismo; si nos vamos se ahogan 600, si nos quedamos, se ahogan todos; tú decides”. 

 

- ¿Hay un problema en esta situación? ¿Quién o qué personas tienen el problema? ¿Cuál es exactamente el problema de cada uno?

 

- ¿Qué posibilidades tiene ahora Lord Jim? Enumera todas las que se te ocurran.



 

- ¿Qué consecuencias crees que tendría cada una de estas alternativas, para él i para los demás?



Desesperado, Lord Jim decide abandonar el barco. Después de muchas horas, consiguen llegar a la costa y allí hacen constar a las autoridades que su barco se ha hundido “cargado de mármol”. Se dedican a visitar tabernas del puerto mientras deciden qué hacer cuando les paguen el seguro del barco.

Al cabo de dos días, desde un bar, ven aturdidos que su barco entra lentamente al puerto con los 600 musulmanes a bordo. Los pasajeros habían conseguido controlar el barco y traerlo a puerto

Unos días después hay un juicio contra Lord Jim,  que puede ser condenado a muerte. Pero el tribunal decide que el barco no era de pasajeros y que Lord Jim había advertido a los musulmanes que no había botes salvavidas. La condena lo degrada a marinero, sin posibilidad de volver a ser capitán nunca más.

Una vez acabado el juicio, todos se dirigen a una taberna y allí comentan la sentencia. Lord Jim está profundamente triste y el contramaestre le dice: “¡Anímate!: no te han colgado de la horca, te han devuelto a tu barco y además no se han ahogado 600 pasajeros. ¿Qué más quieres?”. Lord Jim responde: “El tribunal no me ha condenado. Pero cuando un hombre se condena el mismo, esto no se lo puede perdonar nunca”.


DILEMA 2: LOS PESCADORES DE PERLAS

 

Explica Julio Verne, en una de sus novelas, que en la costa occidental de la India diversas flotillas se dedicaban a buscar perlas. Cada una de estas flotillas estaba formada por cuatro o cinco botes con cuatro hombres en cada bote, uno para remar y tres para bucear en busca de ostras con perlas. Las condiciones de trabajo eran muy pobres: no cobraban un salario, solo comida; no tenían ningún equipo de buceo, ni tenían otra defensa contra los tiburones que un cuchillo, que les servía también para arrancar las ostras de la roca.

Hoy ha sucedido una desgracia, que es bastante frecuente entre estos trabajadores tan pobres. Unos de los pescadores se han sumergido hasta una gran profundidad, en busca de perlas valiosas. Al volver a la barca, agotado, con seis otras en las manos, los tiburones lo han cogido y lo han devorado. Al abrir las otras que había traído este pescador, el patrón ha encontrado una perla maravillosa, grande y sin ningún defecto. El pescador tenía mujer e hijos y mientras el patrón contemplaba la perla, pensaba si tenía que ayudarlos, aunque no fuera esta la costumbre en aquellas flotillas. Los patrones piensan que los pescadores saben perfectamente a que se exponen y que si no quieren trabajar sólo para comer, ya habrá otros que quieran hacerlo.  

 

- ¿Hay un problema en esta situación de la muerte del pescador? ¿Quién o qué personas tienen el problema?  ¿Cuál es exactamente el problema de cada uno?

 

- ¿Qué  posibles alternativas tiene el patrón? Enumera todas las que se te ocurran, como más mejor.



 

- ¿Qué consecuencias te parece que tendría cada una de estas alternativas?





Un joyero viene cada dos años, desde su país, a Europa, hasta estas costas de la India en busca de perlas preciosas. Es un buen negociante y conoce bien su trabajo, pero también es un hombre con conciencia, no un especulador ni un explotador.

 

Pocos días después del accidente mortal del pescador, aparece el joyero por aquellos bares del puerto, para hablar con los patrones de las flotillas y comprar, si le ofrecen alguna cosa que valga la pena. Se encuentra con el patrón el pescador muerto y hablan de negocios. El patrón le enseña la perla preciosa y, para que el joyero la valore más, le explica que le costó la vida a un hombre porque se sumergió a grandes profundidades. Le pide un precio alto, pero el joyero está seguro de que, una vez en Europa y con muy poco gasto en oro para convertir la perla en un anillo o un Colgate, conseguirá fácilmente tres veces más dinero que el que le pide ahora el patrón. El joyero conoce, y ahora lo está comprobando con sus propios ojos, las condiciones inhumanas en las que trabajan estos pescadores. Piensa que si compra la perla, está ayudando a mantener aquel sistema inhumano de explotación, pero que, si no los compra, vendrá otro con menos escrúpulos y se lo llevará.

 

- ¿Hay un problema en esta situación? ¿Quién o qué personas tienen el problema?

¿Cuál es exactamente el problema de cada uno?

 

- ¿Qué  posibles alternativas tienen el joyero? Fíjate que son más de dos y enumera todas las que se te ocurran, como más mejor.



 

- ¿Qué consecuencias te parece que tendría cada una de estas alternativas?





Aquella tarde, el joyero se fue sin comprar, para “consultarlo con la almohada”, ya que está inquieto. Al día siguiente vuelve a buscar al patrón y este le dice que hay otro comprador interesado, pero que no ha querido venderle la perla hasta recibir una respuesta definitiva de él, es decir, del primer joyero.

 

El joyero no sabe si esto es verdad o mentira, pero comprende que, una vez la perla sea conocida por los profesionales, habrá muchos dispuestos a comprarla. Por esta razón decide comprarla él y hasta ofrece al patrón más dinero del que este le había pedido, pero con la condición que ayude a la viuda del pescador muerto y que compre equipos de seguridad (jaulas protectoras y botellas de oxígeno) para los pescadores. Pensándolo bien, como no se acaba de fiar del patrón, paga solamente el precio que le había pedido y compra el mismo los equipos y extiende un talón para la viuda.

DILEMA 3: RON Y EL TABACO

 

El señor Ramón es un viejo simpático, ya jubilado, buen bebedor, buen fumador, que vive en casa de su hijo mayor des de que se murió su mujer. El hombre aporta a casa su pensión y su simpatía por esta razón es querido por todos, sobre todo por su nieta Ester de quince años que escucha con mucho interés las historias de su abuelo y siempre que puede lo acompaña.

 

Pero ahora el señor Ramón ha tenido un infarto y ha estado dos días en la UCI en estado muy grave. Hoy es el primer día que lo han trasladado a una habitación del hospital y Ester le hace compañía intentando que esté tranquilo.

 

Entra el cardiólogo que atiende al señor Ramón, saluda a Ester y examina detenidamente al enfermo. Al acabar la auscultación le dice a Ester: “Tu abuelo es fuerte como un roble y esta vez se ha librado. En un par de días más, si continua con la recuperación, lo enviaremos a casa. Pero desde ahora quiero decirte una cosa: la causa principal del infarto ha sido el alcohol y el tabaco, así que cuando vuelva a casa nada de alcohol ni de tabaco. Tu eres la responsable de que esto se cumpla”. Ester pregunta: “¿Ni siquiera una copita de ron, con lo que le gusta? El médico responde: “Ni una copita, ni un dedal, ni una gota”.

 

- ¿Hay un problema en esta situación? ¿Quién o qué personas tienen el problema?

¿Cuál es exactamente el problema de cada uno?

 

-¿Qué decisiones alternativas tiene el abuelo, cuando se encuentre bien y ya esté en su casa? Enumera todas las que se te ocurran, como más mejor.



 

- ¿Qué consecuencias te parece que tendría cada una de estas alternativas?





Ester está muy contenta porque ve que su abuelo mejora cada día. Ya lleva tres días en casa y, aunque el señor Ramón todavía habla poco, ya va recuperando el buen humor y la alegría. Hoy está especialmente animado y está más charlatán  que nunca; le explica a su nieta como fueron los dos días que pasó en la UCI y como esos días se reía, por dentro de los médicos, al verlos tan preocupados por él.

En medio de esta conversación y de la risa de Ester, el señor Ramón le dice: “como ahora ya estoy bien, tráeme un purito de los que tengo en el armario de mi habitación y una copita de este ron bueno que tiene escondido tu padre” Ester se queda un momento desconcertada, pero enseguida responde: “¡ni hablar, abuelo¡ el médico me recomendó que no te diéramos nunca más un cigarrillo, ni una gota de ron”.

 

El abuelo responde: “¿nunca?  ¿Eso quiere decir que ya me condenas a cadena perpetua sin fumar ni beber? ¿Y qué saben los médicos? Venga, chica, tráeme el purito y la copa de ron, que cuando estaba en la UCI y los médicos creían que yo no los escuchaba, los oí decir que por mucho que me cuide de ahora en adelante no serán muchos los meses que me quedan de vida. Por eso, si de todas maneras tengo que morirme pronto, deja que me muera contento y tráeme lo que te pido”.

 

Ester se queda confundida, porque comprende las razones de su abuelo, a quien ella quiere mucho, pero por otra parte recuerda las palabras taxativas del médico.

 

- ¿Hay un problema en esta situación?  ¿Quién lo tiene? ¿Cuál es exactamente el problema de cada uno?

 

- ¿Qué decisiones alternativas tiene ahora Ester? Enumera todas las que te salgan, como más mejor.



 

- ¿Qué consecuencias crees que tendría cada una de estas alternativas?





Finalmente, Ester, compadecida, decide darle un gusto a su abuelo y le trae un purito y una copa con muy poco ron; además hace prometer al señor Ramón que no pedirá más de una copa y un puro al día.

 

El hombre está disfrutando con el tabaco y con el ron; pero Ester, aunque siente alegría de ver disfrutar a su abuelo, está muy inquieta por dos motivos: primero, por si su padre o su madre les sorprende, ya que los dos saben que el médico ha ordenado a Ester que no de alcohol ni tabaco a su abuelo; i segundo porque piensa que por darle el gusto puede acortarle la vida, que es tan importante para ella.



DILEMA 4: SALVAR A UNA PERSONA EN LA PLAYA

 

Hace mucho viento y la mar está muy picada. Carlos, socorrista de la Cruz Roja, que nada muy bien y que conoce a la perfección los peligros de esta playa, avisa a un grupo de chicos y chicas extranjeras para que no entren más allá de donde el agua les llegue a la cintura y que de ninguna manera se acerquen a las rocas que quedan a la izquierda. Los extranjeros dicen que ellos nadan muy bien, pero aún y así Carlos insiste en el peligro y los amenaza con avisar a la guardia Civil si no hacen caso.

 

- ¿Hay un problema en esta situación?  ¿Quién lo tiene? ¿Cuál es exactamente el problema de cada uno?

 

- ¿Qué posibilidades alternativas tienen los extranjeros? Enumera todas las que se te ocurran, cuantas más mejor.



 

- ¿Qué consecuencias te parece que comportaría cada una de estas alternativas?



 

Los jóvenes extranjeros no hacen caso de las advertencias de Carlos y empieza a nadar y jugar rodeados de olas muy fuertes. Carlos los mira preocupado pero al mismo tiempo está indignado con ellos, al verlos tan frívolos e irresponsables.

 

De repente, uno de ellos es empujado mar adentro por las olas. Desesperadamente intenta volver hacia donde están sus amigos pero va perdiendo las fuerzas y no lo consigue. Entonces levanta las manos pidiendo socorro, pero sus compañeros que también están muy cansados no se atreven a entra mar adentro para salvarlo. Carlos ve toda la escena y comprende que si no lo intenta él es prácticamente seguro que el chico se ahogará. Su instinto y su profesionalidad de socorrista le impulsan a tirarse al agua, pero, por otra parte las olas son tan peligrosas que teme por su vida. Además continua muy indignado con todo el grupo de chicas y chicos extranjeros y una voz interior le dice que el ya ha hecho todo lo que podía, porque les había advertido del peligro y hasta había llegado a amenazarlos. 

 

- ¿Hay un problema en esta situación?  ¿Quién lo tiene? ¿Cuál es exactamente el problema de cada uno?

 

- Una vez la situación ha llegado a este extremo tan grave, ¿qué posibilidades alternativas tiene Carlos? Enumera todas las que se te ocurran, cuantas más mejor.



 

- ¿Qué consecuencias te parece que tendría cada una de estas alternativas?



 

Finalmente, la decisión de Carlos fue la de tirarse al agua, olvidando su indignación y su miedo. Al llegar al lugar donde había el grupo los advirtió de que salieran de la orilla que él se ocuparía del chico que estaba en peligro. Entonces sí que lo obedecieron.

 

Carlos consiguió llegar hasta el lugar en el que estaba el chico, que se estaba ahogando y se le cogió desesperadamente, cogiéndole por el cuello, pero Carlos con gran profesionalidad y experiencia consiguió desprenderse de él y empezó a remolcarlo, después de haberlo asegurado sobre sí mismo en la postura de salvamento.

 

Después de una terrible y muy larga lucha con las olas, consiguió sacarlo a la playa y sentarlo en la arena. Entonces empezó a practicarle la respiración boca a boca y a reanimarlo, mientras los otros se lo miraban muy asustados. La reanimación tuvo éxito y los chicos y chicas extranjeras dieron las gracias a Carlos y insistieron en pedirle que cenara con ellos por la noche.

Cada uno consta de preguntas y una reflexión y solución final. Cada grupo eligirá a un portavoz que leerá lo consensuado por el mismo y los demás compañeros/as también podrán opinar.




1.Si tú hubieras estado en el lugar de Lord Jim, habrías  abandonado el barco y te hubieras ido en el bote salvavidas con los seis tripulantes, ¿sí o no?
2.Si tú fueras un joyero (pero sin fingir, por este motivo, que no tienes  conciencia, sino con la misma conciencia que tienes ahora para todo lo que haces), comprarías esta perla que se ha obtenido en unas condiciones laborales tan injustas, ¿sí o no?
3.Si tú fueras el nieto o la nieta y el médico te hubiera prohibido dar alcohol o tabaco a tu abuelo, pero tu abuelo, que de todas maneras vivirá poco tiempo, te pide por favor que le des, ¿lo harías o no?

4.Si tú fueras Carles y hubieras advertido de manera muy seria a los extranjeros que no se bañaran en aquel mar tan peligroso, te tirarías al agua para salvar al que se estaba ahogando, ¿Sí o no?


EL REFUGIO SUBTERRÁNEO


            Imaginad que nuestra ciudad está amenazada de bombardeo. Se aproxima un hombre y os pide una decisión inmediata. Hay un refugio subterráneo que sólo puede cobijar a seis personas. Hay doce que quieren entrar en él.

          

            Estas son las características de esas doce personas. Haz tu elección y quédate sólo con seis.

            * Un violinista de 40 años, drogadicto.

            * Un abogado de 25 años.

* La mujer de ese abogado, de 24 años, que acaba de salir del manicomio. 

    Ambos quieren estar juntos en el refugio o fuera de él.

            * Un sacerdote de 75 años.

            * Una prostituta de 35 años.

            * Un ateo de 20 años, autor de varios asesinatos.

            * Una universitaria, que tiene voto de castidad.

 * Un físico de 28 años, que sólo acepta entrar en el refugio si puede llevar 

    consigo su pistola.

            * Un orador fanático, de 21 años.

            * Una muchacha de 12 años retrasada mental.

            * Un homosexual, de 47 años.

* Una mujer de 32 años, con dificultades psíquicas y que sufre ataques

    epilépticos.

 PROCESO

 1.- El profesor explica los objetivos del ejercicio.

                             * Reflexionar sobre valores y conceptos morales.

                             * Provocar un ejercicio de consenso para mostrar su dificultad, principalmente 

   cuando son valores y conceptos morales los que están en juego.

            2.- Distribuye las copias del texto a los alumnos, para que cada uno haga su opción personal  escogiendo a las seis personas de su preferencia.

 

            3.- Se organizan, luego, grupos de unos cinco alumnos para que realicen su opción de grupo trabajando por llegar al consenso en su decisión.

 

            4.- Se forma de nuevo el grupo-clase y cada subgrupo relata el resultado de su decisión.

 

            5.- Se puede intentar llegar al consenso entre las opciones hechas por cada grupo.

 

            6.- Se sigue un debate sobre la experiencia vivida.

 (Extraído de IES BJGALLARDO de Campanario)

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario